OCTUBRE 2010
A veces me faltan las ganas y
no me levanto si no es para ir a trabajar.
Si sonrío sin más, sin un motivo, será
que de tanto ensayar he aprendido.
Las moscas están tan tan tan pesadas.
Octubre no termina de empezar.
Cansado de escuchar historias raras.
De sembrar, sin saber caer en gracia.
Espero en la parada que venga el autobús
para escribir canciones que un día cantes tú.
Si se apaga el “Blanco nocturno” queda el crimen sin resolver.
La novela varada.
Me acuerdo de tocar la guitarra.
La música ha vuelto a casa.
No quiero nada a mi nombre
para poder darlo todo por nada.
La mochila gastada, la botella de agua,
Mi fiel armónica en Re, desafinada.
En el fondo de los mares pediré un “Daiquiri Blues”.
Suena «Yankee, Hotel, Foxtrot».
He recordado que sé tocar la guitarra.
La música está en el alma y a veces toca actuar.
A veces toca escuchar y callar.
A veces toca llorar y esperar.
Y a veces toca cantar.
A veces me faltan las ganas y octubre no termina de empezar.
Las moscas están tan tan tan pesadas y octubre no termina de empezar.
Cansado de escuchar historias raras y octubre no termina de empezar.
La música ha vuelto a casa y octubre no termina de empezar.
Poder darlo todo por nada y octubre no termina de empezar.
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Octubre 2010 es una canción que nació en el 2010. Con el ordenador grabé una base tocando la percusión y fui añadiendo los acordes. Me gustaba el sonido del acorde de Dm7 y después el EbMaj7, el resto fue añadido lentamente.
Eran tiempos de grabar temas con Dani (Conducta) y de arreglar sus temas. Muy buenos por cierto.
La letra está escrita en los viajes a Tres Cantos para ir al trabajo. Escuchando una y otra vez la base que había grabado.
Eran tiempos en los que había que hacer el paripé con los jefecillos del trabajo para no meterse en líos.
Fue un inicio de otoño en el cual las moscas daban mucho la lata antes de hacer su último vuelo/viaje.
Me gusta la Metaliteratura y decidí introducir en la canción algunas obras que me estaban deslumbrando en ese momento.
En aquel entonces leía bastantes libros que sacaba de las bibliotecas de Tres Cantos y de Colmenar Viejo. No sé si llegué a Ricardo Piglia a través de Vila-Matas o de Sergio Pitol, pero el caso es que me gusta como escribe este tipo y decidí incluir su “Blanco nocturno” en la canción.
Al mismo tiempo escuchaba mucho a Wilco y su album «Yankee, Hotel, Foxtrot” era una de los que más sonaba en mis auriculares. Además hay por ahí unas “mezclas” distintas del mismo disco (demos & outtakes) que te ponen los pelos como escarpias. Jeff Tweedy y Jay Bennett en estado puro.
“En el fondo de los mares”, de Gastelo, es uno de esos discos que deja poso. Tiene una calidad y una calidez excepcionales. Sin duda es una de las grandes. Una outsider de la buena música, una francotiradora del buen gusto.
“Daiquiri Blues” también sonaba mucho en mis viajes en autobuses y trenes. En mi opinión es el mejor disco de Quique González y suena como un cañón.
Por otro lado estaba la necesidad de autoafirmar mi “don”, las ganas de hacer canciones, de tocar la guitarra como una decisión del pasado y la decisión de no tomar decisiones precipitadas.
Pachi y Potri echaron un cable con el tema. Potri quiso hacer una mezcla pero por unas cosas u otras al final quedó sin terminar. Pachi estuvo por casa y ayudo a dar ánimos y aportó sus ideas.
Ayer vino Nadia a traer una guitarra vieja y me ha dicho que la canción debe reposar de vez en cuando y ahora estoy otra vez haciendo cálculos para ver cómo caer en Dm7 de una forma conducida. Me ofusqué y busqué progresiones complicadas para ello. Hoy me he puesto a tocar la canción en Am y parece que la solución no era tan complicada. Muchas veces, sino siempre, la solución siempre es la más sencilla.
La versión final (2015) está un poco influenciada por la forma de tocar y cantar de Damian Rice.